Suena en el móvil una canción de Melendi, que por cierto me gusta mucho. Las 7 de la mañana, ¿Quién me manda a mí tener una boda por la tarde el día antes de las Elecciones Europeas? ¿Quién me manda a mí tener unos cuñaos marchosos, bailones “contentines” y que no me dejaron irme antes para casa?, pues eso, ¿Que quién me manda a mí acostarme a las 4 de la madrugada?
¡Venga parriba, mujer!, dice Melendi cada 9 minutos. Llamo a Ana, que también andaba pegada, la mi niña y le recuerdo que coja el DNI o el Carnet de Conducir.
- Tú también madre. Me dice ella en tono jocoso.
Busco, rebusco, rebububusco y no encuentro. Toda la casa buscando algo que me identifique como la “yo” que soy. Las 7’55 h, ¡no llegamos! nos montamos en la escoba y pitando al colegio electoral. Ana no quería saber nada de mí, me miraba y se partía de risa. ¡Indocumentada a constituir una mesa electoral!, de locos.
A veces el que te conozcan tanto da angustia y otras veces alegría y tranquilidad. La Junta Electoral dijo que lo que la Presidenta de la mesa opinara, ella llamó a consenso al resto de los presentes y dado que todos me conocían “de sobra” (uff como suena esto) firmé y constituimos. Prometí llevar un documento en las siguientes horas y cumplí, porque, como yo sospechaba mi cartera con mis documentos, los perdí en la boda. Primer sobresalto, el segundo fue que perdimos… ¡Y para eso tanto!
En la Mesa electoral que me tocó en suerte (porque fue una suerte) tres “afortunados ciudadanos” (je je) y dos interventores, todos bien sentaditos, formales y rellenando papeles. Todos al alimón, el que más sabía que más dijera, porque hay que tener un master y medio para acertar a la primera con el papeleo. La presidenta, una chica joven, menuda, eficiente y encantadora nos embaucó y nos llevó de la mano por un camino de seda que logró que los partidos políticos enfrentados se cedieran palabras, bolis, sonrisas y confidencias en un día largo de 14 horas.
Separamos familias, matrimonios (según el apellido eran mesas distintas), el divorcio a nuestro lado, simple basurilla. Turnos para comer (yo para dormir) coca cola en vena. Gentes con historias, pasos cansados, bastones, sillas de ruedas; desfile de un pueblo, de esperanza (¿roja, verde, azul?)
- ¡No me toque el voto, que es mío y lo echo yo!.
- No se puede señor, lo tiene que echar la presidenta.
- Y un cuerno, la presidenta, o lo echo yo o no voto.
- Vote, vote, pero déjeme que lo compruebe antes.
- ¡Qué no he metido nada raro, joder!
- Venga tranquilo, yo lo toco y usted lo mete.
Y lo metió y votó, ¡Pues bueno era él para que nadie le tocara el voto!
Por la tarde mi Manolo y mi 42’5 vinieron a darme un abrazo, gordo, gordo y… sudao, calentorro, con olor a monte, o a montuno, que no se sabía muy bien. Contentos y satisfechos porque la lluvia les había dejado escalar y patear. Se sentaron (yo no entraba y me dejaron de pie) en un banco lleno de papeletas para votar, habría como unas ¿40? La pena que me da es que no apunte las siglas, imposibles, de algunos partidos o lo que fueran. El 42’5 se dedicó a recitar y coger las más curiosas. Luego quería votar, empeñadito estaba, tuve que poner en marcha todo mi poder de persuasión porque le había gustado una con una cara sonriente y quería meterla en la urna.
Recuento final, bien avenido, aunque no en todas las mesas se portaron igual de bien, ¡Lastima! Coche, juzgado y para casa con el trabajo hecho, el día vencido y la democracia, una vez más, volando por encima de todos nosotros.
¡Venga parriba, mujer!, dice Melendi cada 9 minutos. Llamo a Ana, que también andaba pegada, la mi niña y le recuerdo que coja el DNI o el Carnet de Conducir.
- Tú también madre. Me dice ella en tono jocoso.
Busco, rebusco, rebububusco y no encuentro. Toda la casa buscando algo que me identifique como la “yo” que soy. Las 7’55 h, ¡no llegamos! nos montamos en la escoba y pitando al colegio electoral. Ana no quería saber nada de mí, me miraba y se partía de risa. ¡Indocumentada a constituir una mesa electoral!, de locos.
A veces el que te conozcan tanto da angustia y otras veces alegría y tranquilidad. La Junta Electoral dijo que lo que la Presidenta de la mesa opinara, ella llamó a consenso al resto de los presentes y dado que todos me conocían “de sobra” (uff como suena esto) firmé y constituimos. Prometí llevar un documento en las siguientes horas y cumplí, porque, como yo sospechaba mi cartera con mis documentos, los perdí en la boda. Primer sobresalto, el segundo fue que perdimos… ¡Y para eso tanto!
En la Mesa electoral que me tocó en suerte (porque fue una suerte) tres “afortunados ciudadanos” (je je) y dos interventores, todos bien sentaditos, formales y rellenando papeles. Todos al alimón, el que más sabía que más dijera, porque hay que tener un master y medio para acertar a la primera con el papeleo. La presidenta, una chica joven, menuda, eficiente y encantadora nos embaucó y nos llevó de la mano por un camino de seda que logró que los partidos políticos enfrentados se cedieran palabras, bolis, sonrisas y confidencias en un día largo de 14 horas.
Separamos familias, matrimonios (según el apellido eran mesas distintas), el divorcio a nuestro lado, simple basurilla. Turnos para comer (yo para dormir) coca cola en vena. Gentes con historias, pasos cansados, bastones, sillas de ruedas; desfile de un pueblo, de esperanza (¿roja, verde, azul?)
- ¡No me toque el voto, que es mío y lo echo yo!.
- No se puede señor, lo tiene que echar la presidenta.
- Y un cuerno, la presidenta, o lo echo yo o no voto.
- Vote, vote, pero déjeme que lo compruebe antes.
- ¡Qué no he metido nada raro, joder!
- Venga tranquilo, yo lo toco y usted lo mete.
Y lo metió y votó, ¡Pues bueno era él para que nadie le tocara el voto!
Por la tarde mi Manolo y mi 42’5 vinieron a darme un abrazo, gordo, gordo y… sudao, calentorro, con olor a monte, o a montuno, que no se sabía muy bien. Contentos y satisfechos porque la lluvia les había dejado escalar y patear. Se sentaron (yo no entraba y me dejaron de pie) en un banco lleno de papeletas para votar, habría como unas ¿40? La pena que me da es que no apunte las siglas, imposibles, de algunos partidos o lo que fueran. El 42’5 se dedicó a recitar y coger las más curiosas. Luego quería votar, empeñadito estaba, tuve que poner en marcha todo mi poder de persuasión porque le había gustado una con una cara sonriente y quería meterla en la urna.
Recuento final, bien avenido, aunque no en todas las mesas se portaron igual de bien, ¡Lastima! Coche, juzgado y para casa con el trabajo hecho, el día vencido y la democracia, una vez más, volando por encima de todos nosotros.
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21 comentarios:
Un gusto leerte y que interesante entrada nos entregas..
saludos fraternos con cariño
un abrazo
besos
Ja ja... a ésto se le llama santificar los domingos y demás fiestas de guardar.
Besos días, muñeca de ojos verdes.
Muy buena crónica de un día de elecciones: breve, divertida y llena de anécdotas. Da gusto vivir en democracia, aunque no siempre se gane. Un placer leerte.
Menuda crónica marchosa para un día, imagino, tan cansado para tí. Qué ajetreo se descubre en tus palabras!! Menos mal que llegaron Manolo y 42,5 para distrarte un poquillo...jejej.
La anécdota del vejete me imagino que será habitual en todas las elecciones. A la gente le haría más ilusión ejercer el derecho del voto ellos mismos, sin intermediarios. Pero entiendo que no se pueda.
Bueno, ahora a descansar (sé que no puedes, pero mi obligación es aconsejártelo)
Abrazos, guapa
yo tambien fui presidenta una vez... y que coñazo!! Ademas me toco lidiar con unos cuantos que querian votar con el carnet vasco, menuda odisea. Lo mas gracioso es que yo era la suplente de un tio que se presento borracho perdiito. Asi que me toco pringar. Solo recuerdo papeles y mas papeles y mi inseparable dolor de ovarios. Eso si, fue un curro remunerado, al final de la larguiiiiiiiisima jornada, me dieron 30 euritos. En fin, menos es nada, no??
Buenisima cronica Marinita. Mil besitos!!!
Por cierto: como no me escribas en mi blog, no vulvo a pisar el tuyo. Toma amenaza, acojono aunque sea un pokillo? Espero que si, juajua. Bss!!
Pues sí, doy fe de todo lo que dice Marina que ocurrió en mi presencia. Después subir y bajar cuestas por las montañas, tras haber recogido el polvo de los caminos y con aroma montaraz (que fino soy, en vez de decir olor a camiseta sudada), Manolo y yo nos acercamos a compartir nuestras fatigas con esta bloguera.
Y cierto es que había papeletas con nombres muy extraños y que quise ejercer mi derecho a voto, pero Marina no me dejó. Total por un detalle sin importancia. Se empeñaba en que ese no era mi colegio electoral. Y digo yo que qué más dará, si es más divertido votar donde está una amiga.
Y claro, Manolo y yo veníamos de patear muuuuuchas horas y nos sentamos, y como solo había dos sitios en el banco pues Marina se quedó de pié. Pero luego nos levantamos todos porque llegó el de las cocacolas y los bocatas. Él debía ser alguien importante por los aires que llevaba, pero yo no le debí parecerle persona importante, por que ni me dio bebedizo ni comestible, y a Marina sí, y a mi me dio mucha envidia. Además me miró así como diciendo… Total porque no estaba vestido de domingo como él (y olía a montaraz, repito). Pero yo llevaba al cuello un pañuelo chulísimo muy útil en el monte que creo que le dio mucha envidia.
Y luego ya nos fuimos porque la gente de allí empezaba a reclamar a Marina que ejerciera sus funciones y dejara de dar conversación a esos dos tipos ataviados como para ir al monte, claro, si veníamos de allí como querían que fuéramos vestidos, que eso no era excusa para no darnos cocacola. Pero no nos dieron cocacola y eso a los montañeros no nos gusta, porque nosotros compartimos todos nuestros alimentos. ¿Qué le parecería a ese señor si en el monte yo no le ofrezco de mi tortilla y mi empañada? Bueno, a lo mejor es que no está acostumbrado o es que en los colegios electorales no se comparte nada, pero en la montaña se comparte todo y es de mal gusto no ofrecer la comida para compartirla.
Pues eso, que lo sepáis y que compartáis vuestra comida y vuestra alegría.
Besos y abrazos con aroma de tomillo y cantueso.
Que positiva eres Marina, y que vitalidad derrochas...a ti no te cansa ni el "sherpa" Manolo ni el "montaraz" 42ymedio por eso te necesitan en toos laos preciosa.Besos gordos.
jajajajajajajajajjajajajaajaj
"Marina de toas las salsas", así es como te voy a llamar a partir de ahora, pero jamía qué haces metiéndote en toícos los berengenales??
jajajaj
Sí, lo de aterrizar en la mesa electoral ""indocumentada"" sólo te pasa a tí, jejej que se te nota a la lengua, digo legua, que si hay algo que eres es precisamente eso: inDocumentada, total!
será posible lo que hay que oir!!!!!!!
jajajja un besote, cariño, ¿qué nuevo sarao te toca pa mañana? ( porque seguro que te jhas metido en algún otro fregao, ¿que no?
¿tiés fiebre u queeeee?
^_____^
Buenas Adolfo, un abrazo también para ti que vienes desde tan lejos y siempre me traes cariño sincero.
Un abrazo cercano.
Adulita guapa, hay algunas formas de santificar el domingo que son auténticas penitencias. ¿Sabes qué? Que como yo no puedo hacer el Camino ese del Santiago, me gano las indulgencias plenas, enteritas y completas en las mesas electorales.
Días con besos (que saben a queso)
Pancho, compa, eso de la democracia, de verdad que es un gusto,, y un gusto es tb verte por aquí.
Un besazo.
Mi querida carmen, como sabes tú que lo de descansar será en julio, ahora con el final de curso lo llevo claro, pero lo intentaré.
El señor no era un vejete, ni mucho menos, no tendría más de 40, lo que no tenía era educación.
Un besito cercano y vecinal.
Silvia cielo, tienes razón, esta noche te visita y te traigo pacá.
Un beso gordo, gordo.
42’5, mira que se te quedó en el alma lo de la coca cola…. Lo cierto es que la persona en cuestión, no lo hizo demasiado bien, porque, al menos, un saludito, una sonrisa, un “hola”, …..vale, y una coca cola habría tenido que dar, ofrecer o regalar. Pero, mi niño, como decía mi abuela “donde no hay, no entran ladrones”, pero conociste, sin en cambio, a la “hija de la madre”, que además, no sé si te dije que era la concejala de Ciudadanía, vamos lo que viene a ser de cultura. Mu maja la muchacha, ¿A qué sí?, pues eso, que el próximo día nos vamos a tomar una coca cola con ella y que nos invite, que pa eso manda en la city. Eso sí, si hay sólo un taburete será para mí… si no está Adu, porque como esté esa bruja guapa, me lo quita seguro (en serio que es guapa la muher, es que en las fotos que colgó Isabel parece mi abuela, y cuando la ves, dices: ¡Coño, pero si es joven y guapa!, pues eso.
Lo de compartir en la montaña, jejejeje que mono el 4 punto, 2 punto, coma 5, si no me llevan como van a compartir na conmigo, si me dejan aquí sóla y abandoná y luego vienen sudaos a compartir su olor a montuno o camiseta sudá. Que lindos ellos, se lo comen todo allí arriba y a mí una porra en vinagr. Malandrines que sois leches.
Hala, ya está to mas claro quel agua jejejejejeje.
Mil besos para 42’5 y Manolo que me alegraron la tarde.
Mojppl, si no fuera positiva, sería otra Marina. Mi vaso siempre está medio lleno y el último trago es el más sabroso, por eso siempre me quedo con ganas de más.
Un beso para ti trabajadora, que sé que lo eres.
Hola Femme cielo, de verdad que intento estarme quieta, pero no puedo, fijate no más que me voy pitando porque tengo Ejecutiva a las 9... En fin ya te iré contando, pero creo que tú andas metida tambien en varios telares, ¿o no?.
Besososososos dulces linda, que me debes una tarta de fresa y chocolate, o mora, o arándanos, o, de lo que quieras.
Besos que me voyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy
¡Qué suerte tener amigos montañeros!.
Seguro que pueden subir a una 5ª planta sin ningún esfuerzo.
Eso de que se lo comen todo y para tí la porra en vinagre no ha quedado muy fino, la verdad. Ya sabes que soy tu corrector de estilo.
Ricardo
Pues no te envidio ni una pizquilla... Siempre cruzo los dedos en cada elección para que no me toque y de momento ha funcionado, y si encima el resultado es contrario a lo que quieres, pues peor.
Cumpliste como una leona.
Besazos.
¡¡Mira que la votante sale guapa en la foto del lateral derecho...!!
Y que senteren: tú no necesitas documentación. ¡¡qué leches, tú eres Marina y yasta!!
;)
Muas,
Ricardito, ¿Tú eres pastelero o algo?,porque la guinda la pones de maravilla.... Valeeeeeeee, que sí, que lo de la porra no queda mu fino... jejejej. Eso te pasa por dejarme abandoná el oro día.
Isabel, hija a mí últimamente me toca en todas, el partido que me engancha y yo que me dejo. No es tan aburrido como parece, pero sí es muy, uy largo.
Besos hermosa.
Jardi, mi niña. que sí, que me fi indocumentada y eso de que me conoce hasta el gato, resulto cierto del todo. Por una vez, fue una ventaja (sólo faltó que le hubiera dado clase a algunode la mesa jejeje)
Un beso florido.
Hasta ahora he tenido suerte, pues nunca me ha tocado formar parte de una mesa electoral. Y espero que siga la racha.
¿Te aviso para que me sustituyas si algún día me eligen?
LAGUN. por supuesto que si. Un año le tocó de mesa a mi marido y a la hora se puso enfermo, yo le fui buscar. Entonces actuaron los mecanismos electorales, el primero que va a votar se tiene que quedar, pero resultó ser un viejecito muy viejecito que dijo que no se quedaba, el siguiente era un chico joven que dijo que no le tocaba, y la cola de los votantes cada vez era más larga, entonces el juez decidió que fuera un coche de la policía a mi casa y me pidieran, por favor, hacerme cargo del puesto de mi marido. Creo que les dije que sí por lo rocambolesco de la situación.Con lo cual, amigo mío, cuenta conmigo.
Un beso en el ruedo.
!!Hola Marina!! una alegría enorme que pases y me recuerdes, preciosos blog, las pinturas son increiblemente bellas.
Una cosa porqué no pones en la barra lateral, seguidores, así veo cuando actualizas y no me olvido, ya ves que tengo muchos blogs que sigo y me siguen, es solo una sugerencia.
Te cuento que en Bejar tengo familia, de mi querido papá, apellido Amado, seguro que conoces, ya sé que no concocerás a todos, ja,ja, pero al ser profesora pues seguro que es más facil, mil besos y de momento hasta que pongas la lista de seguidores, te pongo en mis favoritos.
PD, veo que te gusta la noche, y la fotografía, otra cosa más que compartimos, paisana.
Holaaaaaa, ya he vueltooooo!!!!!!!
Qué risas me he echado con lo del DNI, ésas cosas sólo te pasan ati,jjjjjj.
Guapa que te quiero, a ver si podemos charlar un ratillo.
Besotesssss
Hola Cheche guapa, no me suena el apellido Amado de Béjar, pero indagaré a ver si encuentro a tus familiares.
No habíap enado poner la lista de seguidpores, debo confesarte que soy algo torpe con esta historia y ue la he sacado adelante a base de ayuda. Llevo unos meses jugando un poco sola y... bueno, todo se andará.
Besos
Nerim, yame conoces, si hay slgo insólito que pueda pasar, yo estoy en el ajo, jajajajaja
Un bes mi niña.
Con la mirada en el umbral...
Aunque llegue tarde... me he enterado de que hubo elecciones. Seguro que las ganaron algunos de los presentados ¿Para cuando una oportunidad para los que no nos presentamos?
...bsgns varios
CR & LMA
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