Desde niña, dormía con el pelo tapando sus oídos. La historia de su abuela siempre se hacía presente unos minutos antes del sueño.
“La muerte llega de noche, silenciosa, sombría. Mete la punta de su guadaña por el hueco de tu oído y te lleva colgando al país de las sombras, del que no se regresa jamás”.
Se despertó sobresaltada. Su pelo revuelto, por una noche de insomnio, dejaba al descubierto toda su cara. Sintió un ruido sordo y un golpe seco…
Respiró aliviada mientras tapaba sus oídos. Nunca olvidaba dejarle una trampa a la muerte.
24 comentarios:
jajaja esa niña sí que es de las mías, e gustan las personas despiertas y que tengan para todo una salida. un abrazo
¡Qué abuela más tétrica! Mira que decirle eso a la niña... Besotes, M.
La de negro siempre está dispuesta a sembrar su mal. Me parece una estupenda recomendación... sólo quienes han sentido el frío contacto del metal en la oreja en una noche que olvidaron taparla con su pelo, pueden entenderlo.
Bonito cuento. Como cuento. La muerte es la que nos pone las trampas y no podemos eludirlas.
¿Y los calvos que no tienen pelo para tapar sus orejas, como se las arreglarán?
Buena foto.
Besos.
puntosdevista_____________
Buena foto. Tranquilos todos, su melena larga la protege y nos protege a todos, para no perderla.
Mis besos
· Me voy volando... pero antes...
· Haciendo una lectura metalingüística de tu texto se puede deducir que tu niña es tremendamente egoista, que sólo se preocupa por ella misma y nada por el resto de la humanidad. ¿No hubiera sido más fácil que le quitase la guadaña con el pretexto de tener que segar unas malas hierbas? Y todos salvados. Eso haría yo. De ese modo, Manolo no tendría que llevar casco o dejarse unas melenitas tipo sota de bastos.
· 9b9
CR & LMA
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·
Hola Marina, hermoso cuento,..., pero después de leer la sugerencia fantástica de ñOCO,..., no tengo mucho que decir...,
sólo aconsejarle a esta de la guadaña que no se acercase con tanto frio, con tanto negro, con tanto susto...,
que aprendiese, o al menos intentase hacer las cosas más ...con "un no pasa nada",
en vez de guadaña podría ser una bolsa de agua caliente y una magdalena...., y cambiar el modelito...
haría pensar en que quien se van con ella van a un sitio comfortable...
Un beso fuerte.
Felisa
Muy bueno, Marina. Eso es lo que tenemos que hacer: ponerle trampas a la muerter, amiga.
Besos. María.
¡¡¡ Buuuuufff, MARINA !!!
te estoy escribiendo con las manos tapándome los oidos... ¡¡¡pero cómo se te ocurre una cosa tan horripliante!!! sí... verdaderamente debe dolerte muchísimo eso que tú y yo sabemos jajaja
Creo que necesito urgentemente Nolotil para mis oídos MARINAAAAAAAAAAAAAA... ¿me escuchas? ¡¡ay Dios, que creo que ya ni oigo bien... pero ... ¿qué me está haciendo esta guadaña tuyaaaaaaa ?
¡¡Tú no ves que yo soy muy impresionable? :-)
Eres una artiZta, niña...
¡¡Vaya foto más preciosa!! ¿de verdad tu crees que habla de muerte? a mi me parece que chorrea vida?
Salvo que te lances desde el avión en la que parece fue tomada... sin paracaídas... tú tranqui, tienes...
¡¡Un motón!! pero... ¡¡no me hagas locuras!! ¿estamos?
Muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaakssss ¡¡guapísima!!
Si necesitas que zurremos a los bichejos esos que te hacen pupa... silba ...tú ¡¡atízale con el Nolotil!! yo... voy ahora mismo a tomarme un buen trago:-)
( Está en el primer enlace que he puesto hoy, es que no sé si lo has visto:- ¡¡tu mira el video en cuanto puedas!!!... vas a ver como te lo cura todo :))))
Me ha gustado mucho la foto y me ha dado mucho miedo el microrrelato !!!
Lo de ponerle trampas a la muerte es buena idea, me lo anoto por lo que pueda pasar
besos,
Cuánto en tan pocas palabras.
Que mania las abuelas de asustar a los niños cuando se van a la cama!!!
Eso me recuerda a las historias de la Santa Compaña... brrrrrrrrrrr que miedo!
Me apunto a la sugerencia de Ñoco ;)
bicos
A esa abuela le daba yo pa'l pelo. ¿Pero qué se habrá creído ella, asustar así a la pobre nietecilla?
Yo que ella dormiría con orejeras, no vaya a ser el pelo deje algún resquicio.
Besos
Prefiero optar por vivir con la mayor intensidad cada momento, soy malo haciendo trampas, se me nota.
Las personas mayores (algunas al menos)tenían esa costumbre de contar siniestras historias a los niños y es cierto que eran historias que se hacían muy presentes en la oscuridad, a la hora de dormir.
Buenas noches, Marina:
Su abuela le había enseñado a no escuchar a cualquiera que fuese cruel. Siempre debía plantar cara y luego taparse los oídos, y hacer el vacío hasta que se alejara.
En el caso de la ‘feísima de la guadaña’, odiada por todos, si se atrevía a asomar, había que reconducirla hasta el precipicio, para que desapareciera para siempre.
Un abrazo.
Pués si ,la guadaña la han pervertido y los agricultores lo han consentido.
Con la cantidad de trabajo que les quitaba a los agricultores esa guadaña llevándose las mieses con poco trabajo y menos esfuerzo.
Es que las abuelas son la caraba leñe.
¡Pobre mi abuela! Lo cierto es que ella contaba historias de mieditis, muchas y buenas, nos tenía a todos enganchados de sus palabras y lo mejor de todo era la risa que le entraba cuando alguno daba un grito jajajajaja¡ Qué buena era! Intentaré recordar alguna más para insomnes y demás peregrinos.
Mi hermana, que era una "caguitis" recogía las historias y nos las contaba una y otra vez, pero en la cama y a oscuras. A mi me fascinaban, de hecho me encantan las pelis de miedo (ojo no las de sangre y parafernalias semejantes).
Pero a mi hermana en cuanto decíamos de dormirnos, le entraba el canguelo y YO tenía que protegerla...Creo recordar una de un espejo a las 12 en punto de la noche...je je je
Un beso nocturno, sin trampa ni cartón.
Por cierto y para finalizar mi noche y antes de irme a la cama a taparme los oídos con mi pelo...Os contaré que mi abuela murió a los 103 años...¡Genio y figura!!
De tal palo tal astilla ¿mira que ponerle trampas a la muerte?...
y como ya has dicho que tu abuela contaba esos cuentos no diré nada de ella salvo que ¡escribas todas sus historias!
un abrazo
¡Una genia tu longeva abuela!
¡Cuánto vivió tu abuela! ¡qué suerte tuviste! de tenerla cerca tanto tiempo, yo en cambio, no puedo decir lo mismo, porque mis abuelas murieron una muy joven que no la conocí y la otra cuando yo era niña.
Yo recuerdo de mi niñez, no las historias de mis abuelos, si no la de mis hermanos, cuando contaban cuentos de miedo por la noche, yo pasaba un canguis jajajaaj.
Te pido perdón por mi retraso, me estoy poniendo al día con todos vosotros.
Un besazo.
Se me olvidaba... me gusta mucho la imagen.
Otro besazo.
¡muy bueno! cortante como el filo de esa guadaña.
bicos,
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