Julieta buscó el extintor.
Estaba segura de haber visto uno en el pasillo pero era un pasillo demasiado
largo y no sabía si llegaría a tiempo. No veía el humo, pero podía olerlo, casi
masticarlo. Sintió que un gran fuego se aproximaba.
En aquel largo pasillo había, al
menos, una treintena de habitaciones, a ambos lados, con números pares e
impares, comenzando por nueve, como corresponde a una novena planta. Dibujados
en las puertas de madera de castaño, grabados al fuego.
¡Por Dios! ¡Dónde estaba el
extintor!
Aceleró sus pasos recorriendo
con la mirada las paredes que alguien, hacía ya mucho tiempo, había empapelado
con un papel insólito. Azul desvaído salpicado de flores rojo fuego…
Sabía que el extintor estaba
cerca, ¡maldita memoria! Sus pasos, apenas audibles, parecían no llegar nunca. Estaba
segura de que al doblar el siguiente recodo lo encontraría.
Casi corría por la mullida alfombra, de un horrible color naranja.
Los
bomberos llegarían, encontrándola carbonizada en aquel hotel de mayo, hotel de
madrugadas, donde todos los suspiros del mundo no podrían apagar un fuego
eterno que terminaría con el último beso.
La fotografía me la ha cedido Esmeralda Andrés, del blog F 1,2 MIRADES.
Gracias B.
21 comentarios:
El extintor se esconde y los bomberos llegan tarde, mientras Julieta se consume en aquel hotel de madrugadas. Y bastaba sólo un beso para salvar a Julieta.
Un Dulce beso.
De la calidad del último besos depende el peso de la tragedia.
Besos, cuánto me alegro de verte publicando.
... y el extintor está allí, bien cerca, no lo verá.
Cuando los hoteles son de madrugadas y los suspiros no pueden apagar el fuego... ye quemas ... a no ser que en el último segundo ...
Marina que es un texto con alma y que me ha encantado estar contigo
y que...
y que...
Un abrazo in-menso
Lo cierto mi querida MARINA, es que Julieta, no corría por los pasillos buscando un extintor cielo... noooo. Cuando se desata un fuego de suspiros y besos, asusta, aterroriza, por eso el cerebro corre despavorido en busca de un extintor... pero en realidad, ahí él no tiene nada que hacer... el que en realidad manda es el corazón. Él corre en dirección contraria... directo al corazón del fuego, directo a calcinarse. No hay extintor, ni bombero que apague ese fuego...¿quien quieres apagarlo? ...
Un beso inmeeenso preciosa y mira... si hay que morir ¡¡qué mejor que calcinados todos por ese fuego!! si lo ves, avísame y nos churruscamos juntas ¿OK?:-)
Muaaaaaaaaaakss ¡¡feliz día de no huelga para ti!! ¡¡Ojalá hayas descansado mucho!! sí ¿verdad?:))
¿La manguera donde está? ¿donde está la manguera?...¿Fue combustión espontánea?
Morir abrasados de amores, pasiones, anhelos y de esos esporádicos que tanto abunda últimamente,tiene que ser una delicia...un besote preciosa...me ha encantado y yo buscando donde esconder el extintor.
Pues morir de pasión encendida... es una buena forma de acabar nuestros días, si señor.
Abrazo. Jabo
Hay besos de fuego que ni el extintor ni los bomberos pueden apagar cuando la llamarada de la pasión se activa.
bssos
Hola, Marina
¿Qué fuego quería extinguir? ¿Qué puerta abrir o cerrar? Una pena que a veces los miedos, los bloqueos no nos dejen ver la solución o el extintor.
Besotes.
De nuevo aquí para leerte, amiga Marina.
Hoy es un día triste, de luto, por el tremendo empujón hacia abajo sobre la Educación Pública.
Un abrazo. María
Pues yo ya estaba pensando correr para escribir una misiva,pues entendía que podía estar la persona en grave aprieto con el trabajo de fin de curso y queria me lo confirmase la no comparecencia.
El amor es así de arrebatador cuando nos nos quema nos ahoga,y así lo debemos de aceptar.
Un abrazo no de fuego si de amistad.
Lindo texto me has gustado un beso
Dicen que los suspiros son el aire que escapa cuando falta alguien.
Un desenlace perfecto. Un adelanto de los fuegos del infierno para esas almas descarriadas que andan por hoteles de madrugadas inciertas sin extintores de bolsillo, las almas que no los hoteles.
Las dos partes del relato están perfectamente definidas.
La foto resulta muy oportuna. Otra colaboradora más en tu blog, y de las buenas.
Saluditos
Lagarto,lagarto... ¡ya no vuelvo a instalarme en la novena planta de un hotel.
Besos.
Tienes un buen sentido del humor, y eso me agrada...un besote preciosa y gracias.
Pero bueno yo que estaba pendiente estos días de tu entrada y resulta que llego la última, soy un despiste total jajaja.
Cuánto me alegra volver a leerte Marina, y es que nos regalas este texto en el que lo más bello es el fuego eterno del amor, de la pasión de ese beso encendido en el corazón, ese beso encontrado en el último rincón de la esperanza, ese beso tan profundo y tan inyectado de fuego... ¡cuánto me ha gustado tu texto y la imagen!
Un beso encendido.
MUACKSSSSSSSSSSSSS, guapísima.
Con el peligro que supone, lo que haria es esperar a los bomberos y que me apagaran ellos el fuego...
:)
BESAZOS MI HADA LINDA ♥
Mis deseos de que todos encontremos a tiempo el extintor.
Besos, Marina.
...Y el equipo forense la identificó por la brillante dentadura postiza.
Un beso
Y decía yo que nuestra querida María es una despistada pero anda que yo jajajaja resulta que ahora me doy cuenta que tu blog es gris jajajaja te juro que ni me había dado cuenta antes, menudo despiste el mío jajaja, pero eso es porque siempre derechitos a las letras.
Venía a dejarte un beso muy grande y a desearte un feliz domingo.
MUACKSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
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