Invitar a una Bruja al baile de máscaras, tiene sus riesgos.
Pero la noche mágica del baile de Dulce, todo era armonía y color, música y
sentimiento. Decidí llevar al baile a la Bruja Buena, aunque díscola y
juguetona.
Entré volando en el salón por encima de todas las cabezas.
Las divinas máscaras me miraron sorprendidas y alborotadas. El anfitrión
sonreía divertido y comenzó el baile.
Los vuelos de faldas y melenas competían con el brillo de
las flores de tocados y guirnaldas. Me senté en lo alto de la enorme escalinata
de mármol y al guiño concertado, todo se iluminó.
3 comentarios:
Invitarte a ti a mi Baile no supone ningún riesgo porque sé que serás buena ;) Gracias por tu participación, al filo de la noche como es costumbre, pero igualmente siempre bienvenida.
Besos dulces y Mi Gratitud.
DULCE.- Fue un baile agradable, lleno de glamour y de belleza.
Gracias a ti.
¡Bien venidos a los hijos del rock'n roll! ...pero prefiero verte la cara querida ex... bexos. :)
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