10 de febrero de 2009

EL MÉDICO DE ALMAS

(Un cuento absurdo, veraz y divertido. Uno de los fines es arrancar sonrisas, si arranca carcajadas, me habré ganado… no sé… ¿Una trenza de hilo?)

Había una vez un médico que decidió curar almas. Los cuerpos no le gustaban demasiadas, vísceras, mocos y demás asquerosidades. En cambio las almas eran otra cosa. Limpitas, fáciles de abrillantar, tan receptivas ellas… en fin un gusto.
Un día en uno de sus paseos matutinos, vio a lo lejos un alma que caminaba despacio, sin rumbo. Se acercó y le preguntó:

Médico.- ¿Dónde vas tan cabizbaja?
Alma.- A casa de mi abuelita, a llevarle dulces y leche.

¡Ay no, que este es otro cuento!

M.- Y si no es a casa de tu abuelita, ¿dónde vas almita?
A.- pues ahora si que no lo sé, oiga, ni idea.
M.- Estupendo, eso quiere decir que andas perdida y yo, que soy un sanador de almas estupendo, te ayudaré.
A.- vamos a ver, seamos serios. Yo puedo andar perdidilla, pero no estoy enferma.
M.-Que si, claro que estás pachucha. Si estás perdida es porque… porque… no recuerdas nada y eso, hija mía, es una enfermedad.
A.- Vale, pues cúrame.
M.- No es tan fácil, primero hay que hablar de lo que te voy a cobrar.
A.- Ya, por supuesto, pero como soy un alma, no tengo pasta, majete.
M.- Bueno, pues convierte la paja en oro y me pagas.

¡Ay, dios que eso es de otro cuento!

A.- Tengo una idea. Te pagaré con sabiduría, todo el mundo sabe que las almas somos grandes sabias.
M.- ¿y qué me puedes enseñar tú a mí? Yo tengo una carrera y he vivido mucho.
A.- Te puedo enseñar a trenzar hilos
M.- Qué tontería, ¿para que quiero yo trenzar hilos?
A.- Para llegar con ellos, donde la razón no puede llegar.
M.- Me he perdido… a lo lejos veo una casita de chocolate. Me acercaré.

¡Otra vez cambiando de cuento!

M.- Bueno, pues sólo me he perdido.
A.- Si supieras trenzar hilos, yo tiraría de ellos y te encontraría.
M.- ¡Pero tú eres tonta!, perdón, quiero decir que no te entiendo.
A.- Si tuvieras una trenza seríamos amigos y yo te explicaría aquello que no llegas a entender.
M.- Mira, alma, me estás liando, me voy a mi casita de paja antes de que el lobo feroz me la tire de un soplido.

Jajajajajaja ¡Otra vez llegamos a un cuento diferente!

A.- Lo siento, no me puedes dejar, tengo que ir contigo, tú mismo has dicho que me tienes que curar de lo que sea que me pasa y que no sé ni lo que es.
M.- Creo que eres una lianta y que alguien te ha soltado para volverme loco. No te conozco.
A.- Yo a ti sí, me enseñaste una vez la patita por debajo de la puerta y estaba manchada de harina.

¡Esto no es serio, me cambiáis el cuento!

M.- Creo que tengo la solución. Yo no te cobro, te curo y tú me enseñas a trenzar hilos para sujetarme.
A.- Nos vamos entendiendo.
M.- ¿Podríamos recoger por el camino algún alma más que esté perdida?
A.- Claro y recogeremos también a cuanto médico loco o extraño se nos acerque.
M.- ¿Y si te doy un beso te despertarás?

¡No, otro cuento no! ¡Se acabó! ¡Tanto cuento y tanto enredo! Fueron felices y comieron perdices y con los huesos hicieron… lo que quisieron.

P.D. Las almas se pierden porque han olvidado trenzar hilos que las sujeten a personas, sentimientos y querencias. Aprendemos a trenzar en 1º de primaria, como tantas cosas, y lo olvidamos cuando crecemos, como tantas cosas. Volvamos a trenzar, no es tan difícil.

12 comentarios:

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Interesante cuento y eso de trenzar me gusto, Sabes que el cuento de Caperucita es muy sexual, ese nunca debió ser un cuento para niñ@s.
Saludos

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Que chulo, me encantó la idea de trenzar hilos, para sujetar querencias...indudablemente a menudo...dejamos que los sentimientos no arraiguen, y a veces sería bueno profundizar con lo malo, con lo bueno...trenzar un poco...no demasiado...

Magnífico cuento.

alfonso dijo...

.
Como Bruno Bettelheim levante la cabeza se va a poner a realizar interpretaciones pcicoanalíticas de este puturruá de foá...
Pobre bolo, siempre en todos los cuentos haciendo de loma pero tal vez haga un cursillo para tejer los pelos de su rabo y atar etéreas almas dispersas.

BSGNS
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CristalRasgado & LaMiradaAusente
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Donce dijo...

"M." tiene razón: eres una pedazo de lianta y alguien te ha soltado para volverme loca!!!
jijiji
Anda, que no tienes tú cuento ni ná!

Muacc

Marina dijo...

Tejamos trenzas que nos unan a nuestras querencias. Gracias Roy, Carmen, Ñoco, Donce. Tejeré para vosotros y con vosotros.
Besos trenzados con cintas de colores.

mojadopapel dijo...

Marina me has arrancado no una, sino muchas sonrisas,has tenido que ser una gamberra buena cuando niña...a que sí?.

Me gustan tus cuentos.

Marina dijo...

Pues si, lo era, mjppl y de las buenas, lo contaré cualquier día. Gracias cielo. Un besito

Anónimo dijo...

P E R F E C T O !!!!!!!!!!!!!!!!

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Mira que sonrisa se me puso.

No sólo es simpático tu cuento, sino muy inteligente cuando se ahonda en él.

Justamente ése el problema, Marina, el no saber trenzar; el desligarse de las personas. De LA PERSONA. De los afectos. El pretender curar ¿¿??? (incluso a veces sin ni siquera habérselo pedido) (y sin mirarse uno previamente al espejo para ver si se tiene talla moral para hacerlo- que ésa es otra ...- ) y empezar arremetiendo con la palanqueta, tirando abajo incluso lo poco que hay, sin asegurarse antes si de verdad hay que tirarlo, y si úna vez dejándote sin nada -ni siquiera suelo bajo los pies, sabes volar o algo...¿?...- una vez que de pronto constatas que aquella persona se ha quedado verdaderamente sin ganas/recursos/animo/ni autoestima , hasta el punto que ya... le dé absolutamente igual todo en la vida...

Las almas se curan con cariño y entendimiento, con paciencia y mucha mano izquierda. Con ciencia también, claro(pero los que la tienen son contados y casi inencontrables, desde luego. Y obvio que leyendo tu cuento no parecen ser éste el caso... )
Las tortas, el quitar el suelo bajo los pies y las labores de "humillación" de efrentarse a las supuestas miserias de uno ¿?, para así, una vez habiéndolas visto y sabiéndote una mierda (con perdón) partir de cero a una nueva vida ,NO ME PARECE LA MEJOR TÁCTICA DEL MUNDO. A lo mejor el problema es que SI había una mierda, pero no donde "el sanador" cree . A lo mejor comprarse un espejo a tiempo hubiera hecho mejor efecto, y nos hubíéramos ahorrado el cuento...

A veces... entrenar para ser un/a buen boxeador fotalecido que venza en todos los rings, no se logra con una panda de matones que primero te dan una paliza que te deja tetrapléjico permanente.

Pero por desgracia ,a menudo, hay mucho TerapeutaMatónVocacional que parece considerarlo así.

La verdad (y que ciertos -otros-tepapeutas me perdonen, pero soy honesta cuando lo digo) veo más efectiva en la curación de otro a una vecina que te escucha y trata con cariño y que de pronto te regala unos caramelos de forma inesperada, y esa "chorradeta" te hace sentir EN el grupo, querida y confiada, que ... a un seguidor de Freud que te dicen que debes destruir todo lo que ha sido tu infancia/vida, y "matar" a tu padre y a tu madre, tomar conciencia de tu sexualidad perturbada y darte cuenta de que eres poco menos que un engendro baldío de la naturaleza, porque todo eso son en realidad la raíz de tus problemas y espera que te voy a sacudir unas pastillas que te van a dejar en encefalograma plano permanente y asi, cuanto menos seas capaz de pensar con coherencia, más fácil será tenerte bajo la bota...Y por cierto, a partir de ahora , llámame Nosferatu...

^_^


¿ lo quéeeeeeeeeeeeeeeeee?

¿Cómorrrr?

Me lo repita, oiga. Que me parece que aquí el engrendro haberlo: haylo, pero NO en la dirección que se apunta.

JAJAJA

^____^

Noooo, a veces el problema ES un mal terapeuta, que ni se mira al espejo, ni tiene empatía, ni trenza, ni nada más alla de una "cuenta corriente" que quiere rellenar a toda costa; LA NUESTRA.

Genial el cuento, Marina. Me encantó.


Te mando el beso más inmenso que te puedas imaginar...


YO SOY DE LAS QUE CREE EN LA VECINA CON CARAMELOS . La terapia que consigue más con miel que con hiel.

Marina dijo...

Mi queridísima Femme, las trenzas están precisamente para eso, para que yo te preste mis hilos y tu me prestes los tuyos y entre todos hagamos un entramado fuerte que nos sujete al mundo, con todos nuestros colores, claros y oscuros, con todas las texturas y todos los sabores. Si tu trenzas por un lado y yo por el otro, al final el centro será de ambas. ¿sabías que hay trenzas de 4, 6 y hasta 8 hilos... preciosas y difíciles, pero las hay.

Freud estaba poco cuerdo, es de dominio público y como todo buen loco, ensalzado a los altares.... Yo tb soy más de vecina o de amigos.

Me quedo con tu inmenso beso, no te puedes imaginar en el momento tan oportuno que llega.

Te mando un beso con sabor a caramelo de mora (a mi me gustaban mucho de pequeña)

Quizá desaparezca de los comentarios un par de días. ¡Qué no se preocupe nadie! He salido a comprar un cargador de pilas.

cuarentaydosymedio dijo...

Pues eso, que cuando ustedes quiera aquí estamos para escuchar y dar cariño, y suéltense ustedes un poco la coleta que se le están enredando las trenzas, y bueno es tejerlas y compartirlas, pero malo hacer nudos y enredos, que luego cuestan muchos tirones poner las cosas en su sitio.
Besos

Femmedchocolat dijo...

Bueno... pues esperaremos con ganas tu vuelta.

A mí también me chiflan las moras. No las como -como hay que comerlas-(a mansalva, robándolas de la mata) desde que era pequeña en Cercedilla (la sierra madrileña), en casa de unos amigos.Cuando se acabó la amistad,se acabaron Cercedilla y las moras... Pero el otro día ví que vendían en el AKI
(Las tiendas de bricolage y jardinería) unas matas de mora; créeme que me dieron ganas de traérmelas a casa . No se si no lo haga...
^_^

Si me las traigo y me salen, te mando un paquetín.

^_^

Un beso enorrrrrrrrrme

aapayés dijo...

Encantado de leerte, es tan simpático que de verdad te digo que regreso a leerte siempre.. eso si con mas frecuencia..

saludos draternos